Zaragoza percibe a la cotorra argentina como un problema en el año 2006. Desde un primer momento el censo de nidos (125 ese año), cámaras de nidificación y adultos, se complementa con un tímido control creciente de puestas cada campaña. De forma paralela se desarrolla el estudio del ciclo biológico de la especie y su comportamiento ante la retirada de nidos y expansión hacia nuevas áreas. Las diversas técnicas empleadas, y el análisis en equipo de toda la información disponible, permiten acotar las métodos más eficientes (jaulas, pinchado, redes, etc.), lo que nos lleva al manejo de la especie a voluntad. En mayo de 2011 se mantenía una población estimada de nacimiento, de más de 4.000 individuos. Los trabajos de intervención de forma ininterrumpida en el periodo 2006-2016 ha permitido el control total de la especie.